domingo, 30 de diciembre de 2012

El regalo

Había una vez en el antiguo Japón, un viejo samurai ya retirado que se dedicaba a enseñar el arte de la meditación a sus jóvenes alumnos.
A pesar de su avanzada edad, corría la leyenda que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierto día apareció por allí un guerrero con fama de ser el mejor en su género.
Era conocido por su total falta de escrúpulos y por ser un especialista en la técnica de la provocación. Este guerrero esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y después con una inteligencia privilegiada para captar los errores del contrario atacaba con una velocidad fulminante.

Nunca había perdido un combate.

Sabiendo de la fama del viejo samurai, estaba allí para derrotarlo y así aumentar su fama de invencible. El viejo aceptó el reto y se vieron en la plaza pública con todos los alumnos y gentes del lugar.
El joven empezó a insultar al viejo maestro. Le escupió, tiró piedras en su dirección, le ofendió con todo tipo de desprecios a él, sus familiares y antepasados.
Durante varias horas hizo todo para provocarlo, pero el viejo maestro permaneció impasible.
Al final de la tarde, exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró.
Los discípulos corrieron hacia su maestro y le preguntaron cómo había soportado tanta indignidad de manera cobarde sin sacar su espada, asumiendo el riesgo de ser vencido.
-Si alguien te hace un regalo y tu no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo? -preguntó el samurai.
-A quién intentó entregarlo -respondió un discípulo.
-Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia -dijo el maestro -, cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.


domingo, 14 de octubre de 2012

Matanzas (馬坦薩)


Son muchos los hechos que han marcado la historia de esta región, ya desde antes de la fundación de la ciudad, en 1628 fue asaltada en estas aguas la famosa Flota de la Plata por el pirata holandés Piet Heyn, lo que constituyó el hecho más notable que se recuerde en los anales de  la piratería y una pérdida millonaria para la corona española.
La ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas fue fundada el 12 de Octubre de 1693 con el asentamiento de 30 familias canarias en las orillas de la bahía de igual nombre, llamada anteriormente de “Guanima” o “Yucayo” por los pobladores aborígenes. Su nombre actual se debe  a un hecho lamentable para los conquistadores: una matanza de  españoles dentro de la propia bahía en los comienzos del siglo XVI que es considerado como el primer acto de rebeldía de los aborígenes cubanos contra la ocupación extranjera. A partir de entonces el lugar fue conocido  como el de la “matanza”.

Durante el siglo XVIII la vida de la ciudad  transcurre en una decadencia acelerada que la lleva casi a desaparecer en la década de los años 1750  a 1760 si bien logró algunos leves avances, es nula a o muy poca la deuda que tiene Matanzas con el siglo XVIII.
El verdadero desarrollo económico y social de la ciudad aparece con el "boom" de la industria azucarera en los comienzos del siglo XIX. Luego de la devastadora Revolución Haitiana que sacó a este país del mercado mundial del azúcar por largo tiempo, Cuba se convirtió en el primer productor de este rubro en el mundo y a la región matancera le correspondía, en 1827, el 25%  de esta producción, siendo la proporción aún mayor en 1857 cuando en la región se producía el 55,56%  del azúcar de la nación.
El desarrollo económico trajo por consiguiente el crecimiento de la ciudad, que fue de 500 habitantes en 1754 a 3000 en 1790 y a 13 415 en el 1813. Es por tanto el XIX el siglo de oro de la ciudad de Matanzas, que se convirtió en uno de los emporios económicos y culturales de mayor importancia en América, y que llegó a rivalizar, sin lugar a dudas  en muchos aspectos,  con la misma capital. Cantada por innumerables poetas, visitada por grandes personalidades y madre ella misma de ilustres personajes, es imposible contar la historia de Cuba sin hablar de esta ciudad.  Matanceros fueron los que diseñaron y confeccionaron la bandera cubana, fue en Matanzas donde se creo y bailó por primera vez el danzón (baile nacional de Cuba).
Ha sido conocida desde entonces por numerosos epítetos: “Gentil Yucayo”, “Venecia cubana”, “Nápoles de América”, “Tiro de los mares de Occidente”, “Ciudad de los puentes” y finalmente con un nombre que abarca la riqueza cultural y comercial de la urbe, el de “Atenas de Cuba”.
Actualmente es una ciudad relativamente pequeña de algo más de 143 000 habitantes y con uno de los mejores puertos del país en su bahía. Es la capital administrativa de la provincia de Matanzas, y aunque ya no respira los mismos auges de prosperidad que le merecieron llevar el nombre de “Atenas” sí sigue siendo una apasionante y romántica ciudad con una vida lenta y apacible. 

sábado, 15 de septiembre de 2012

Crónicas de un alumno y su maestro



Cada experiencia es personal, única, irrepetible e intransferible. Lo que experimentamos en nuestras vidas como consecuencia de nuestra interacción con el mundo, por suerte o por desgracia es imposible describirlo en palabras. Aún así, es importante compartir nuestras vivencias para aportar elementos a quienes nos rodean y ayudarles a evitar costosos errores en los que ya caímos antes, o a transitar por momentos de satisfacción. Hoy quiero emplear este espacio para compartir mi experiencia de aprendizaje con el Sifu Adolfo Tijero quien se dedica en la europea Estocolmo a la enseñanza del estilo Choy sin fines de lucro. Mi contacto con el Sifu se inició en el año 2000 por pura casualidad, una amiga hizo una búsqueda para mí en la que encontró la modesta página web con que en esos momentos contaba el club de Choy Gar de Estocolmo. Enseguida escribí un correo en inglés identificándome ante el maestro y contándole sobre la práctica del estilo Choy en Cuba y de mi interés en aprender bajo su guía. Cual no sería mi sorpresa cuando al cabo de unos días recibí respuesta, en un castellano empolvado por el desuso pero cargado de afecto y simpatía, lo que constituyó un gran alivio para mí, ya que desgraciadamente en el mundo de las artes marciales, como en otras esferas de la vida, la comercialización establece barreras infranqueables para quienes (como yo) no contamos con los recursos para pagar por los conocimientos. Así se estableció un contacto que fluyó regularmente por alrededor de un año, en el cual yo fui informando al Sifu de mis conocimientos sobre el estilo y él me contaba de sus años de aprendizaje en Lima, y de sus experiencias como maestro en Estocolmo. Con el tiempo, el castellano del Sifu se fue desempolvando y un día me propuso que organizáramos un proyecto de intercambio para traer jóvenes suecos a Cuba y llevar jóvenes cubanos a Suecia. Por aquellos años yo era estudiante de segundo año de la carrera de licenciatura en Economía y casi pierdo mis estudios pues me enfrasqué con una inmensa pasión en organizar los pormenores del intercambio. En marzo de 2002 llegan a Cuba en su primera visita de una semana, el Sifu Adolfo y el hermano Micke Bohl quien se encargaba de la parte organizativa del proyecto. Con gran emoción fui a recibirlos en el aeropuerto de La Habana, a más de 100km de mi ciudad natal. Es imposible describir la alegría, los primeros abrazos; parecía como si nos conociéramos de toda la vida. Había pasado algo más de un año, desde aquel primer mensaje que aún conservo impreso a salvo de las polillas. En esa ocasión el Sifu pasó una semana en Cuba, coincidiendo con el día de su cumpleaños. Fueron días difíciles, pero los pasamos unidos. Fue el inicio de una fuerte amistad. Ahí aprendí que al Sifu no le importaba dormir en mi casa sin aire acondicionado, ni comodidades, ni lujos. Ahí aprendí que el Sifu venía a compartir nuestras estrecheces. A partir de entonces tanto mi familia como yo lo hemos considerado como un familiar cercano. Al cabo de unos meses, cumpliendo con el cronograma del proyecto, regresó el Sifu con 20 jóvenes pertenecientes al club de Estocolmo. La experiencia fue única. No importaron las condiciones de vida, muy distantes de los estándares suecos, ni los problemas de transportación, ni muchas otras dificultades. Los jóvenes suecos se unieron a nosotros y compartimos 15 días de hermandad, aprendiendo los unos de los otros, y dejando después una profunda huella de nostalgia que aún me emociona cuando escribo estas líneas a 6 años de distancia. De ahí nacieron largas amistades, y hasta algún que otro romance. El Sifu volvió a Suecia con sus alumnos, albergando la esperanza de que nos viéramos en unos meses y ellos nos devolverían nuestra hospitalidad en su ciudad de Estocolmo. Recuerdo lágrimas en el aeropuerto, abrazos, intercambio de emails, se respiraba el dolor de la separación. La familia del Choy, brevemente reunida por 15 días, debía una vez más separarse con todo el Atlántico de por medio. Lamentablemente, y a pesar de los esfuerzos de ambas partes, nuestro viaje a Suecia no pudo ser. La frustración fue inmensa, pero seguimos adelante, el Sifu y yo manteníamos contacto casi diario por medio del email. Durante sus dos visitas había logrado aprender con él las primeras formas del estilo, y lo más importante, me había adentrado en el sencillo y profundo mundo de sus enseñanzas como maestro. Nunca faltaron frases en los momentos oportunos como: “la amistad que no soporta la verdad no es verdadera”, solo había que estar presto a escuchar. Pasaron los años, y la relación, ya profunda, se fue fortaleciendo aún más, en momentos difíciles, una palabra del maestro fue como la de un amigo. En el año 2005, volvió el Sifu a pisar tierra cubana, en una situación complicada de su vida, decidió venir a visitarnos y compartir con nosotros 15 días de entrenamientos, pero también de baños de playa, de charlas hasta altas horas de la noche. Siempre hemos sido un pequeño grupo los hermanos del Choy, pero muy unidos.La última visita del Sifu fue una oportunidad para medir cuanto habíamos avanzado, cuanto habíamos madurado, y cuánto más podíamos hacer. Siempre nos ha motivado su afecto paternal, su sencillez, y la facilidad con la que se mezcla e intercambia con nosotros. Sinceramente, y sin que ningún practicante se sienta ofendido, dudo que alguien más tenga un maestro como el nuestro. Los hermanos practicantes de Choy Li Fat que tuvieron la oportunidad de conocerlo, en cada conversación siempre nos hablan de la gran calidad humana del Sifu Adolfo y de su dominio técnico. Para mí, en lo personal, ha resultado un segundo padre, y para mi familia un pariente muy cercano, de esos de los que siempre hablamos con cariño y siempre deseamos que nos visiten. Al Sifu Adolfo quiero darle las gracias con este pequeño artículo. Las gracias por su paciencia, por no haberse cansado a pesar de todas las dificultades, de seguir junto a nosotros como la gran familia que es el Choy.
Una vez Choy, siempre Choy

viernes, 31 de agosto de 2012

Los bloqueos en el Choy Gar Kung Fú

Si bien resulta importante desarrollar la capacidad de atacar e inutilizar a un enemigo, es mucho más crítica la habilidad de evitar que los ataques de un contrincante nos causen daño.
Usar fuerza desmedida, derrotar a un oponente, no es nada comparado con la maestría de anular cualquier intento de un enemigo de impactar sobre nosotros.
En el Choy Gar, el arte de la evasión se entrena desde las primeras etapas del aprendizaje. En este blog dedicaremos varias entradas a este tema.
Les dejo un breve video de entrenamiento de bloqueos en el Choy. Nótense los movimientos cortos de los brazos, la cercanía de los codos al cuerpo y las manos al frente, imitando las patas delanteras de una rata en posición eréctil. 


domingo, 19 de agosto de 2012

El golpe vibrante y el golpe penetrante


En cuanto a lo que al ataque  se refiere, es importante conocer la diferencia entre las distintas formas de golpear para poder decidir en qué momento emplear cada una para obtener los mejores resultados. Estas formas pueden emplearse con cualquier tipo se ataque, tanto de cabeza, brazos, o de piernas, simplemente cambiando de una a otra el modo de ejecutarla:
El golpe penetrante: Es un golpe profundo y determinante, es más arriesgado y compromete la seguridad del atacante. El maestro lo emplea en situaciones límite, cuando quiere terminar la confrontación con un golpe decisivo. Para ser exitoso requiere de una postura firme y centrada en la cual basar el poder del ataque. Empleado correctamente es indetenible y nefasto para el contrincante.
Este es el tipo de golpe que utiliza instintivamente el practicante novato, y se asocia a la ira y al poco control.
El golpe vibrante: Es un golpe en forma de látigo, es mucho menos arriesgado que el golpe penetrante ya que el ataque entra y sale con rapidez de la zona de impacto, causando un daño fuerte pero no decisivo al contrincante. Requiere de menos fuerza y más elasticidad, pero igualmente de un buen centro y la velocidad resulta esencial. Es ampliamente usado en el estilo Choy por estar íntimamente asociado al compartimento de la rata y la serpiente.
El dominio de este tipo de golpeo demuestra maestría y habilidad.

domingo, 12 de agosto de 2012

El Maestro Li Choy (李才師父)

El Maestro Li Choy (Rafael Li) nació  en el año 1900, en la región de Hoi San (台山), provincia de Kwang Tong (廣東) al  sur de China. Comenzó su vida marcial a la edad de ocho años en el estilo Hung Gar Kuen (洪家拳) que practicó hasta los 11 en que pasó al estilo Choy (蔡家拳). A los 19 años emigra hacia Cuba con el grado de “alumno avanzado”. Acá realizó múltiples trabajos y transitó por varias regiones del país hasta establecerse finalmente en La Habana. En 1930, funda junto a Li Bu, Wong Key (黄幟) y otros maestros la Chen Bu Jay Yut Wui (精武体育会) con el fin de conservar y perpetuar las artes marciales chinas y la danza del león en Cuba.
Fue muy conocido y respetado en el Barrio Chino de La Habana (que en su época fue el segundo mayor de América) por sus grandes habilidades marciales, y son muchas las leyendas que se han tejido alrededor de su persona envolviendo sus poderosos bloqueos y su dominio del Dim Mok (點脈) o “golpe de la muerte”.
Era especialista en el uso del bloqueo en “gancho”, el puño con el segundo nudillo de la mano (puño de serpiente), la postura de agachado o “Pen Kai Ma”, el pateo oblicuo o “Fan Kiack” y el manejo del sable o “tou”.
Murió en el año 1999 a la avanzada edad de 99 años, después de legar gran parte de sus conocimientos a sus alumnos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Un estilo de familia (家庭)

El Choy Gar Kung Fu es un estilo de familia. Por décadas sus técnicas han pasado de generación en generación sin apenas rebasar los límites de los más cerrados grupos humanos. Esta impronta se encuentra impregnada en la esencia del estilo, en la forma en que se enseña, en la especial relación entre Sifu (Maestro) y Tou Tai (discípulo) o entre compañeros (hermanos) de entrenamiento.
A diferencia de otros estilos, cuyas escuelas se han convertido en grandes corporaciones con ánimo de lucro, el Choy ha permanecido en el estrecho formato de la escuela tradicional - familiar.
De seguro no han faltado quienes con oscuras intenciones han pretendido convertirlo en mercancía, pero el espíritu grabado en cada movimiento, en su filosofía tan sencilla y compleja a la vez, ha resistido los embates de la mercantilización.
La familia es la base de la sociedad, su estructura funcional por excelencia. A nuestra familia debemos, hasta cierto punto, lo que somos e incluso lo que no somos.
En la familia asumimos nuestros primeros y más profundos valores, aprendemos a distinguir lo bueno de lo malo, a colaborar, a lidiar con las diferencias.
La familia es el refugio donde resguardarnos cuando todos los refugios fallan. Tanto aquella de donde venimos, como la que construimos, se convierten en nuestro más fuerte baluarte, nuestra retaguardia segura.
Como una gran familia, los practicantes del Choy se reconocen los unos a los otros, se respetan en su diversidad, se apoyan en la adversidad, aprenden los unos de los otros. Como familia trata el Sifu a sus alumnos. No en los desbordados salones con cientos de practicantes en los que el maestro no tiene tiempo de entender las necesidades de su discípulo, sino en el humilde marco de unos pocos alumnos, en el cual el Sifu, como artesano, hace gala de su arte y moldea el barro del alumno, con el único fin de enseñarlo a moldear su propio barro.
El Choy es un estilo de familia, un semillero donde se cultiva el carácter, donde no hay urgencias más allá de las que uno mismo se imponga en su disciplina.
El Choy es un estilo de familia, y en un mundo donde la tradición se desvanece, la gente pierde sus raíces, se traicionan ideales, es un pretexto perfecto para demostrar que las grandes soluciones están en la cosas aparentemente pequeñas, en las decisiones que tomamos cada día, en aquello que creemos y nuestra determinación de vivir según ello.
El Choy nos da el espacio para un dialogo interior, para la reflexión constante, para sentir, que aún cuando somos individuos somos parte de un todo.
Esa sensación de individualidad y a la vez de pertenencia, es la inconfundible experiencia de ser parte de una familia.

martes, 7 de agosto de 2012

El principio del Triángulo en el Choy

Cada estilo posee preceptos técnicos que lo diferencian del resto. En el caso del Choy Gar, estilo basado en el comportamiento de dos animales, existen también elementos físico-matemáticos y biomecánicos que garantizan la optimización de los movimientos y por tanto de la energía en un combate.
La idea que persigue la gran mayoría de las artes marciales es ofrecer ventajas a sus practicantes sobre sus contrincantes, quizás más fuertes y a primera vista invencibles. La diferencia entre los estilos está dada en la definición de estas ventajas y en el camino específico elegido para alcanzarlas y potenciarlas.
El triángulo es una figura geométrica extremadamente interesante. Representa un equilibrio total (una mesa con tres patas nunca cojea), y es la base de las estructuras más sólidas que se conocen, por lo que es ampliamente empleada en campos tales como la ingeniería y la arquitectura. De ahí que en la “arquitectura marcial” del estilo Choy se destaque su empleo como principio técnico.
El principal uso de este principio se ajusta  a la posición de guardia y ataque de los practicantes del estilo. El guerrero Choy debe ofrecer siempre una posición triangular con vértice hacia delante. Las ventajas de esta consisten en presentar una menor superficie de impacto y facilitar el desvío tangencial de la energía de cualquier ataque hacia los laterales evitando un impacto directo que requiera de una igual cantidad de energía para detenerlo y una mayor cantidad en caso de un contraataque. De esta forma el guerrero Choy logra optimizar el uso de su energía, ahorra el tiempo que podría invertir en bloquear ciertos ataques y lo invierte en contraatacar al oponente, basándose en el hecho de que la posición triangular permite también una aproximación más eficiente y rápida al contrincante, gracias a que esta disposición de los brazos hace que estos se “escurran” al entrar en contacto con los del oponente, encontrando brechas en sus defensas.
Este principio se encuentra fuertemente ligado al del centro, ya que la firmeza de la posición triangular depende de un buen centro físico y mental.
La otra perspectiva desde la que se asume el principio del triángulo está relacionada con los desplazamientos del estilo, ya que estos se realizan de manera triangular, ya sea con vértice hacia atrás o hacia delante, lo que permite ataque y defensas tangenciales.
Para potenciar esta forma de desplazamiento es que se realiza un ejercicio conocido como "pasos del triángulo" o "San Ko Pu" y que consiste en la ejecución de una danza muy sencilla en el reducido espacio de un triángulo equilátero dibujado en el suelo, en el cual los practicantes deben apoyar los pies solo en los vértices.
El desplazamiento en forma de triángulo representa una fuerte garantía de equilibrio para el practicante Choy, así como de espacio vital y desplazamiento en pequeños espacios sin dificultad.
De esta manera un principio tan sencillo, puede definir la supervivencia de un guerrero Choy en una circunstancia en que se enfrente a un oponente que lo supera en fuerza y rapidez.


jueves, 2 de agosto de 2012

El tronco erguido: La serpiente al acecho y la rata en alerta.


De una importancia vital para un guerrero Choy es la posición asumida durante el entrenamiento y por consiguiente el combate. Esta posición está regida por los principios filosóficos del estilo y posibilita un sinnúmero de recursos tanto físicos como psicológicos al practicante.
El tronco erguido refleja el principio de “la serpiente al asecho y la rata en alerta”, tomado del comportamiento de ambos animales en situaciones extremas. De esta forma cuando la serpiente se encuentra al acecho y ya lista para atacar, se yergue sobre su propio cuerpo asumiendo una posición que le permite maximizar la efectividad del ataque, así como afectar psicológicamente al contrincante.  Por otro lado, la rata, ante una situación de peligro, adopta una pose erguida, lo que le posibilita aumentar el alcance de sus sentidos y por tanto prever una agresión inminente.
Más allá del estudio del comportamiento de los dos animales sobre los cuales se construyó el estilo, el tronco erguido ofrece facilidades el guerrero Choy que pudieran definir la victoria en un enfrentamiento. Algunas de estas facilidades son físicas, como por ejemplo: el hecho de que mantener la espalda en posición erecta permite aprovechar mejor la fuerza de los músculos para-vertebrales incrementando considerablemente la potencia de los golpes y la firmeza de los bloqueos. El tronco erguido, además, facilita los cambios de piernas y garantiza la permanencia del cuerpo en una posición de centro que le permite ejecutar los rápidos y elaborados desplazamientos del Choy.
En el campo psicológico, el tronco erguido transmite poder,  seguridad y disposición, ya que hace al practicante sentirse de esa misma manera. Ante un contrincante un guerrero Choy lucirá calmado y tranquilo, pero sobre todo se  verá centrado y dispuesto a enfrentarse pues tiene dominio de la situación.
Otro beneficio de esta postura es que facilita el flujo de la energía desde el primer  vórtice de energía (chakra 1) hasta el séptimo, influyendo satisfactoriamente sobre el estado físico y anímico del practicante.
De esta manera, la posición del tronco erguido constituye un principio del Choy que debe respetarse y potenciarse, es por esto que se hace importante el cuidado de los practicantes de este estilo de la correcta posición de su espalda, recordando siempre la máxima de  “la serpiente al acecho y la rata en alerta”.

martes, 31 de julio de 2012

Los desplazamientos del Choy: Los “Pasos de la Rata” (走像老鼠) y “Caminar sobre las Nubes” (上雲步)


Cualquier maestro para definir el nivel de un alumno lo primero que observa es sus posturas y desplazamientos. La importancia del trabajo en posturas o Shap Ma es tan grande que tradicionalmente se le dedica más de la mitad del entrenamiento y todo practicante de kung fú que pretenda alcanzar altos niveles en su arte debe comenzar su aprendizaje por largas y tediosas sesiones de posturas y desplazamientos. El premio, como en casi todo lo que tiene que ver con el verdadero crecimiento, se obtiene a lo largo del tiempo y cuando menos el practicante lo espera.
El estilo Choy Gar Kuen (蔡家拳) particularmente, se prestigia y distingue por su fuerte y amplio trabajo de posturas y desplazamientos, el cual se encuentra en un punto medio (principio del centro o equilibro, uno de los basamentos filosóficos del estilo) donde hay fuerza y velocidad suficientes.
Durante la enseñanza del estilo Choy la práctica del “paso de la rata” o "caminar como rata" (走像老鼠) y del “Soen Wand Pou” (上雲步) o “caminar sobre las nubes” contribuye a fortalecer significativamente las piernas del practicante, así como le crea el hábito de desplazarse con rapidez empleando pasos cortos que garantizan un mínimo de riesgo de proyección o caída.  Al contrario de otros sistemas en los cuales se emplean largos espacios de tiempo en el uso de posturas estáticas, el trabajo de posturas del Choy se encuentra fundido con el de desplazamientos, por lo que mientras el practicante aprende las posturas lo hace de manera dinámica, contrarrestando los efectos negativos que sobre la velocidad de los movimientos tiene el método de estar largo tiempo en posturas estáticas.
Al guerrero Choy se le puede identificar por esos pequeños pasos (casi imperceptibles, y de apenas unas pulgadas) que realiza junto con cada postura; por el movimiento constante de sus piernas y la sorprendente economía de movimientos.
Este sistema de desplazamientos favorece además el combate y entrenamiento en espacios reducidos (apenas 4 metros cuadrados) lo que se ajusta a las exigencias de la vida moderna y a los contextos en que podamos ser agredidos (medios de transporte, elevadores, cabinas telefónicas, etc)
Finalmente, el trabajo de desplazamientos del Choy tiene también la característica de combinarse con el principio del centro y sentar las bases para el fuerte sistema de pateos que hace famoso al Choy Gar Kung Fú. Piernas rápidas y fuertes, capaces de patear desde posiciones bajas con explosividad resultan un peligro para los contrincantes de los guerreros Choy y una gran ventaja para los practicantes del estilo de la Rata y la Serpiente.

sábado, 28 de julio de 2012

El principio del Centro (中心) en el Choy Gar Kuen (蔡家拳)


Uno de los principios esenciales del estilo Choy es el del centro. Este se encuentra arraigado en lo más profundo de la filosofía y el espíritu del sistema.
El principio del centro consiste en considerar que el éxito radica en encontrar el “justo medio” de todas las cosas, y de esta manera conseguir vencer cuando otros, que no han alcanzado este “balance”, sucumben. Elementos tan importantes dentro del Choy como el principio del triángulo, la filosofía de desplazamientos de la rata, el principio del tronco erguido entre otros, dependen de la correcta asunción y aplicación del principio del centro.

El centro como equilibrio físico.

Una de las aplicaciones más comunes del principio del centro, y quizás la más evidente es la referida al equilibrio físico del guerrero Choy, entendiéndose este como la “capacidad de mantenerse en pié, de desplazarse, bloquear, atacar sin perder el equilibrio”. Esta es una habilidad fundamental para cualquier arte de combate y el Choy Gar hace un énfasis sustancial en su desarrollo. Es condición indispensable desde el primer nivel haber alcanzado cierto grado de dominio de esta. El centro físico garantiza las “raíces” del árbol del Choy, el punto de giro sobre el cual se materializan los rápidos desplazamientos de la rata y la esencia del poder en los golpes y bloqueos, es sinónimo de enraizamiento y permanencia. Es por ello que una gran parte de los ejercicios llevados a cabo en cada entrenamiento están destinados a potenciar el centro físico del practicante del Choy. Es representado por la rata dentro del estilo, animal capaz de trepar, caminar por superficies resbalosas o estrechas, o lograr los accesos más insospechados.

El centro como equilibrio mental.

Otra de las perspectivas desde las que se aplica el principio del centro dentro del Choy es la del equilibrio mental. El guerrero Choy, debe ser capaz a través de su entrenamiento de mantener la calma (el centro, el equilibrio) en situaciones comunes o extremas. Las prácticas diarias deben tener un alto contenido de este tipo de entrenamiento ya que no son pocos los practicantes de artes marciales que (aún con buen dominio técnico) han fracasado al perder la calma y quedar paralizados o sobrereaccionar ante una situación dada. Se refleja a través del dominio de la ira y del miedo, del control de las reacciones. El centro mental está representado por la serpiente, animal de comportamiento preciso y taimado. Esta habilidad de hecho influye sobre el centro físico, ya que no es posible alcanzar el equilibrio físico del cuerpo si no se ha encontrado el centro mental.

Otras aristas del principio del centro.

El centro es también control, precisión, dominio de la mente y el cuerpo, sustitución de la inercia por el reflejo consciente, la reacción apropiada, el poder sobre uno mismo y sobre el espacio.
Otros ejemplos de la presencia de este principio en el trabajo técnico del Choy es el hecho de que las posturas no se realicen tan bajas como otros estilos (Hung Gar por ejemplo) con posturas fuertes pero que limitan el desplazamiento, ni tan altas como otros (Wing Chung por ejemplo) con posturas elevadas que facilitan la agilidad de los desplazamientos, pero reducen considerablemente la fuerza.
El amplio uso de la postura San Ko Ma o “caballo del triángulo” que hace énfasis en no desplazar el centro de gravedad del cuerpo hacia ninguna de las piernas.
Finalmente, el centro es asumir la vida con equilibrio, saber manejar situaciones difíciles sin perder el balance y por tanto la conciencia de qué es lo mejor.
En conclusión el “centro” es un estado físico – mental que una vez alcanzado pone al guerrero Choy en franca ventaja sobre sus oponentes, solo que no basta con desearlo, es necesaria la práctica permanente de los ejercicios que en el sistema están diseñados para potenciarlo.

viernes, 27 de julio de 2012

No hay enemigo pequeño

En mi formación como individuo, hay varios libros que me han marcado profundamente. Uno de ellos es las "Fábulas de Esopo". Cargadas de sabiduría e impactantes en su simplicidad, son un regalo invaluable a quien está dispuesto a escuchar. Hoy quiero compartir mi versión de una de mis favoritas: "El águila y el escarabajo"

Cuentan que un día un águila majestuosa había atrapado a una liebre. Cuando estaba a punto de devorarla un escarabajo la interpeló diciéndole:
- "Reina de los cielos, en el nombre Zeus te pido por favor perdones la vida de la liebre por esta vez"
Pero el águila soberbia, y pensando que nada tenía que temer del escarabajo, no hizo caso al ruego del insecto e ignorándolo descuartizó a la pobre liebre.
El escarabajo indignado decidió hacerla pagar por ello y escaló hasta el lugar donde el águila tenía su nido. Una vez allí, empujó los huevos haciéndolos caer y por supuesto, rompiéndolos. Al regresar el águila, al ver tan horrendo desastre voló más alto y puso sus huevos en el cima de la montaña. Mas el escarabajo era paciente y su voluntad no era poca. Escaló hasta la misma cúspide del monte y una vez más destruyó los huevos del águila, que desesperada elevó su vuelo tanto como pudo y puso los huevos justo sobre el regazo del mismísimo Zeus, Dios Supremo del Olimpo.
Al no poder alcanzar los huevos allí, el ingenioso escarabajo lanzó una bolita de barro sobre el regazo del dios, y este, al sacudirse para limpiarse, dejó caer una vez más los huevos del águila.
Esta, envuelta en ira se quejó:
- "Zeus, mi protector, padre de los dioses. Escucha mi dolor y hazme justicia, pues este vil escarabajo se ha ensañado en mi descendencia y destruido todos mis huevos".
a lo que el escarabajo replicó:
- "Zeus, señor del Olimpo, esta arrogante no me escuchó cuando le pedí piedad para la liebre en tu nombre"
El dios onmipotente dibujó una sonrisa en su rostro, y decretó para sellar la disputa que en la época en que el águila (su favorita) pusiera huevos, no hubiera escarabajos.
Finalmente le susurró al águila al oído:
- "Y usted señora, recuerde que no hay enemigo pequeño"


miércoles, 25 de julio de 2012

Kung Fu en Matanzas (馬坦薩功夫)

La historia del Kung Fú en Matanzas (馬坦薩) tiene comienzos inciertos. Son muchas las anécdotas que nos cuentan sobre chinos que se ganaban la vida en los parques de la ciudad esquivando ataques de armas blancas por algún dinero que quisieran dejar los espectadores. También se habla de un antiguo miembro de la guardia personal de Chiang Kai Shek (蔣中正),  de apellido Lao capaz de desprender de un golpe pedazos de una sólida pared y del cual existen referencias en prensa escrita sobre una lucha en el teatro en Cárdenas (segunda ciudad en importancia de la provincia) en la cual cobró 100 pesos por enfrentarse contra los 10 obreros portuarios más fuertes del puerto de dicha ciudad.
Pero la historia propiamente dicha no comienza hasta finales de los años 70, cuando se inició la práctica del Tai Chi Chuan de la familia Yang (楊氏太极拳). Posteriormente, en la década de los 80, se fueron introduciendo otros estilos, como el Chan Chuan (長拳) , el Choy Gar Kuen (蔡家拳) y el Wing Chung (永春) de los cuales se fundaron escuelas que no perduraron más que algunos años (a excepción de la escuela de Chan Chuan que desapareció en Matanzas en el 2000). 
A mediados de los 90 se funda en la ciudad una filial de la Academia Nam Pai Kung Fú (中国南派功夫总馆) del Maestro Wong Yi Man (黄宇文), con la cual se introdujeron los estilos Hung Gar Kuen (洪家拳), Fat Gar Kuen (佛家拳) y Choy Li Fat (蔡李佛). Fue esta la época de oro del Kung Fú en Matanzas. Las escuelas de Nam Pai se especializaron en cada uno de los tres estilos que la integraban y se extendieron, junto con las de Chan Chuan, por las principales ciudades y poblados de la provincia. La Chan Chuan llegó incluso a realizar representaciones de la ópera de Pekín (北京). El Tai Chi Chuan y el Wing Chung también tuvieron cierto despegue aunque en menor medida. Se constituyó entonces el llamado Yi Yung Tong o "Salón de Bravos Caballeros" integrado por los profesores de todos los estilos de Kung Fú tradicional radicados en la provincia de Matanzas y presidido por el prestigioso profesor presidente de la escuela de Chan Chuan Ahmed Carmenate.
En el año 2000 se organizó en la ciudad de Matanzas el Torneo de Kung Fú Tradicional “Kwang Kung” (關公), en el cual participaron practicantes de todas las escuelas de la provincia y que demostró el espíritu y la pujanza esencialmente tradicionalista de los guerreros matanceros. Sin embargo, diferentes causas ocasionaron casi inmediatamente después, un colapso que hizo desaparecer  las artes marciales chinas tradicionales de la escena pública, por un periodo de algo más de un año, solo una escuela de Wing Chung en Cárdenas, dos pequeñas escuelas en la ciudad de Colón (Nam Pai y Chan Chuan) y una pequeña escuela de Tai Chi Chuan en Matanzas persistieron en el esfuerzo de mantener viva la llama del Kung Fú.
En el año 2001 comienza un lento y progresivo renacer. Es en esta fecha que se funda la nueva escuela de Choy Li Fat en el local de la antigua Nam Pai Kung Fú asesorada por el Sifu mejicano Héctor Rojo, alumno del Maestro Chen Yong Fa, guardián del estilo y tataranieto del fundador. En el 2002 visita la ciudad el Sifu Adolfo Tijero del Choy Gar Kung Fú Klubb de Estocolmo, Suecia, dándole un nuevo impulso a la práctica de este estilo. En este mismo año se funda en Matanzas una filial de la Academia Chan Li Mah del Maestro Alfonso Chan y en la cual se practica el estilo Hung Gar Kuen. A finales del 2003 se funda la escuela de Wing Chung Kung Fú, que compartió en sus inicios el local de entrenamiento con la Choy Li Fat y es asesorada por el Maestro Emin Boztepe. 
Después de haber existido esporádicamente durante los años 2003, 2004 y 2005 primero bajo el nombre de Li Choy Choy Ka Kung Fú (en honor al maestro Li Choy), y luego Chen Bu Jay Yut Wui (en honor a la antigua escuela) se funda, en agosto del 2006  la escuela San Sai Wu Lin Wei  (新世武連會) para la enseñanza del estilo Choy. Esta escuela perduró hasta el año 2010.
En los últimos años se han desarrollado considerablemente las modalidades del Wu Shu moderno dentro de la Academia Long  Feng Wu Shu.
En septiembre del 2006 en la Universidad de Matanzas se crea la Cátedra de Cultura y Tradiciones Chinas, entrando de esta forma las artes marciales chinas tradicionales en el quehacer académico de esta casa de altos estudios.
No obstante haber desaparecido casi todas las escuelas, los maestros aún practican a puerta cerrada tenazmente. Eso hace que actualmente Matanzas sea reconocida como una de las regiones de Cuba en la cual se conservan con mayor celo los estilos tradicionales de Kung Fú y una fuente pura para quienes aman profundamente este modo de vida que son las artes marciales chinas.



martes, 24 de julio de 2012

Choy Gar (蔡家) en Cuba (古巴)


El Choy Gar (蔡家) es un estilo de kung fú originario Sur de China, su nombre completo es Choy Gar Kuen  (蔡家拳) o, lo que significa en cantonés "puño de la familia Choy". También se le conoce por Choy Gar Kung Fú (蔡家功夫) “kung fú de la familia Choy” .
Sus técnicas están inspiradas en los rápidos y precisos ataques de la serpiente (蛇)y los ágiles desplazamientos de la rata (鼠).
En Cuba, la historia del Choy Gar se remonta a la llegada del Maestro Li Choy (李才) en 1920 a la edad de 19 años con el grado de "alumno avanzado". Después de un largo periplo por el país, se estableció finalmente en el Barrio Chino de La Habana donde fundó en 1930 junto a otros maestros como Li Wu y Wong Key (黄幟) la "Chen Bu Jay Yut Wui"(精武体育会), escuela de kung fú tradicional que al igual que su homónima en China, fundada por Hou Yuan Jia (霍元甲), se ganó un gran prestigio en su época y convirtió a sus miembros en leyendas del kung fú.
Durante su larga vida (1901-1999) el Maestro Li Choy solo tuvo una pequeña cantidad de discípulos. No es hasta el año 1988, cuando el Maestro decide aceptar a un grupo de alumnos entre los que se encontraban, Aníbal Rodríguez Reyes, Camilo Bravo y Faro González Argudín (este último , descendiente de chinos) quienes recogieron sus enseñanzas hasta su muerte.
Durante ese período de tiempo Aníbal Rodríguez, con la aprobación del Maestro, fundó una pequeña escuela del estilo Choy en su ciudad de origen, Matanzas, a unos 100km de la capital. Esta perduró alrededor de un año, y al cerrarse, se decidió a enseñar el estilo solo a personas de extrema confianza y conservarlo como técnica de familia.
Así, el Choy se mantuvo casi extinto, practicado por un restrigido grupo de personas en La Habana y Matanzas entre los que se encontraban: Faro González, quien instruyó a algunos alumnos, Aníbal Rodríguez y un alumno de este último, Carlos A. Olivera Rodríguez (Wong Man Tack 黃文德).
A principios del año 2001 este discípulo, en la búsqueda de otros practicantes del Choy en el mundo  toma contacto con el Sifu Adolfo Tijero (Wong Chi Kong), Maestro del estilo Choy residente en Suecia y originario de Lima, Perú. Este vínculo dio nacimiento a un proyecto para el intercambio y unificación de ambas escuelas en Suecia y Cuba. Después de casi dos años de intercambio del Sifu Adolfo con la isla, Carlos A. Olivera es nombrado instructor.
De esta forma surge en Matanzas, en agosto de 2006 la San Sai Wu Lin Wei (新世武連會) o "Nueva Generación del Arte Marcial". Escuela dedicada a la la enseñanza del estilo Choy combinando la variante peruano-sueca (con cierta influencia del Hung Gar) con la cubana (más pura debido al aislamiento).
Luego de cuatro años, la San Sai Wu Ling Wei cerró sus puertas y el Choy en Cuba volvió a practicarse de manera irregular.
Actualmente el Choy, con más de 70 años de tradición en la isla, es practicado aún por un grupo pequeño de personas de varios lugares: La Habana, Matanzas y Sagua la Grande.
En la ciudad de Matanzas se lleva a cabo un proyecto para reabrir la San Sai Wu Ling Wei como heredera de la antigua Chen Bu Jay Yut Wui (精武体育会) y con ello retomar la enseñanza sistematizada del Choy Gar Kuen. 

domingo, 22 de julio de 2012

La serpiente (蛇) en el Choy Gar Kung Fu (蔡家功夫)

Para el Choy Gar Kuen (蔡家拳), la serpiente representa más que nada un símbolo, un patrón filosófico a seguir no solo en el combate sino en la vida misma. Es un animal tan escurridizo y ágil como la rata y es esto lo que crea la unidad y armonía dentro del estilo. Pero a la vez  existe una diferencia que convierte a la serpiente en el complemento perfecto del roedor: es un depredador. Por tanto, si bien la filosofía de la rata es estar en el “lugar correcto en el momento correcto”, la de la serpiente es atacar “el lugar correcto, con la fuerza y velocidad correctas, en el momento correcto”. La perspectiva de la serpiente le da al guerrero Choy la calma necesaria para calcular con precisión cada defensa y ataque en un tiempo mínimo, le brinda una especie de instinto para el control no solo de sí mismo, sino de su medio. La serpiente representa en el Choy la fuerza que emana de la flexibilidad, una mezcla de Yang y Ying que redunda en un equilibrio perfecto, en la armonía que convierte al Choy Gar Kuen (蔡家拳) en un sistema filosófico y  una forma de vida.

La rata (鼠) en el Choy Gar Kung Fu (蔡家功夫)


La rata representa uno de los rasgos más distintivos del Choy Gar Kuen (蔡家拳). Su filosofía rige todos los movimientos de piernas, incluyendo pateos y desplazamientos. Es un animal escurridizo y ágil, una típica presa que siempre tiene que arreglárselas para escapar. Este principio es el que hace al guerrero Choy estar siempre en el “lugar correcto, en el momento correcto” lo que le da una invaluable ventaja sobre sus oponentes. La rata es además un ser extremadamente reactivo;  posee una amplia capacidad para percatarse del peligro y evitarlo. Sus grandes dotes sensoriales la convierten en el “radar” del estilo, el estado de alerta permanente. Representa una mezcla de Ying y Yang, por un lado la capacidad de adaptación y el espíritu básicamente defensivo,  y por el otro la explosividad en las reacciones que pueden hacerla temible en situaciones extremas.

sábado, 21 de julio de 2012

Kung Fu en Cuba

La historia del kung fu en Cuba se remonta al siglo XIX, cuando llegaron a la isla los primeros chinos con conocimientos de artes marciales. A comienzos del siglo XX se fundan las escuelas de kung fu del Barrio Chino de La Habana: la Chen Bu Jay Yut Wui (精武體育會), y la escuela perteneciente a la sociedad Min Chi Tang. 
Por la Chen Bu Jay Yut Wui se destacaron los maestros Wong Key (黄幟), Li Choy (李才) y Li Bu mientras que por Ming Chi Tang lo hacía Emilio Chan.
Durante la primera mitad del siglo XX las artes marciales chinas se mantuvieron en el estrecho círculo de los chinos naturales y sus descendientes. Fue solo después de la década de los sesenta que algunos como Rufino Alay (antiguo practicante de Jay Yut Wui) comenzaron a enseñar este arte a los no chinos. También el Maestro Li Choy ya en los últimos años de su vida legó sus conocimientos a algunos cubanos.
Con el triunfo de la Revolución Cubana se detuvo el flujo migratorio chino hacia la isla caribeña y con ello la sabia que alimentaba el Barrio Chino de La Habana y su kung fu.
Después de años de anonimato y decadencia, la década de los años 90 fue testigo de un resurgir. Este fue impulsado por la visita de maestros tales como: Wong Yi Man (Nam Pai Kung Fú), Giuliano Fulvi (World Chinese Kung Fu Association), Gaspar García (Choy Li Fat), Emin Boztepe (Wing Chung), Héctor Rojo (Choy Li Fat), Adolfo Tijero (Choy Gar Kung Fú). 
Actualmente se conoce en toda la nación un sinnúmero de estilos tradicionales, fundamentalmente del sur de China como el Choy Gar Kuen (蔡家拳), Hung Gar Kuen (洪家拳), Fat Gar Kuen (佛家拳), Choy Li Fat (蔡李佛) y Wing Chung (永春), también algunos del norte, como Chan Chuan (長拳) y Tai Chi Chuan (太極拳).
En los últimos 15 años ha tenido un fuerte desarrollo el Wu Shu deportivo, el cual cuenta con el apoyo de las autoridades deportivas del país y de la embajada de la República Popular China en La Habana.

viernes, 20 de julio de 2012

¿Qué es el Choy Gar Kung Fu? (蔡家功夫)


El Choy Gar (蔡家) es un estilo de kung fú oriundo del sur de China (Nan Kuen 南拳 o "Puño del Sur" ), específicamente de la provincia de Cantón (廣東). Está basado en los movimientos de la rata (鼠) y la serpiente (蛇) y es famoso por sus ágiles desplazamientos. Su nombre, Choy Gar Kuen (蔡家拳significa  “Puño de la Familia Choy”. 
Es clasificado como un estilo "externo" (外家拳) por cuanto las técnicas de combate "fuertes" o "externas" se enseñan en los primeros años de entrenamiento y posteriormente las "suaves" o internas, a diferencia de los estilos internos (内家拳) como el mundialmente popular Tai Chi Chuan (太极拳)
Se considera un estilo medio-corto, lo que significa que es ideal para combates a corta distancia o en espacios reducidos.
Como estilo corto, su filosofía de combate es básicamente reactiva o de contraataque.
Es uno de los estilos de las ”Cinco Familias” del Sur de China: Hung (洪), Mok (莫), Lau (刘), Li (李) y Choy (蔡).
Actualmente el Choy es un estilo prácticamente desconocido, y sólo tenemos noticias de que se enseñe como sistema en reducidos grupos de Cuba, Perú, Chile, Suecia y Hong Kong. No obstante, sus técnicas, formas y filosofía han pasado a formar parte de estilos como el Chow Gar o Jow Gar (周家), Choy Li Fat (蔡李佛) y Wing Chung (詠春).
Está envuelto en un halo de misterio y secreto, y si bien es imprescindible mencionarlo si se escribe la historia del Kung Fú del Sur de China, casi nadie tiene conocimiento a ciencia cierta sobre sus formas y técnicas.

jueves, 19 de julio de 2012

El término Kung Fu (功夫)


El término Kung Fú (功夫) es comúnmente utilizado para nombrar a las artes marciales chinas. No obstante, su verdadero significado es más universal ya que se emplea para designar una actividad que se realiza con tal perfección, que alcanza inclusive un grado artístico. Es sinónimo de habilidad, destreza, maestría.
El origen de la asociación occidental del término con las artes marciales se debe a una confusión: cuando un maestro chino iba a realizar una demostración anunciaba que iba a mostrar su "kung fú", es decir, su habilidad, su destreza, y de ahí el nacimiento del uso de esta frase para designar a los estilos chinos. 
En la actualidad el término se emplea de igual forma para diferenciar las artes marciales chinas tradicionales de las modernas o deportivas, conocidas mundialmente como “wu shu” (武術) lo que en realidad significa “arte marcial”.